Siempre me había sentido orgullosa de ser mexicana, y lo proclamaba abiertamente, pero hoy por primera vez, no me siento así. Si bien, por lo que he leído y visto a través de diferentes medios de comunicación y redes sociales, la elección en México estuvo nuevamente plagada de irregularidades; sin embargo, no podemos negar que sigue habiendo una cantidad importante de la población que sigue votando por el partido de antaño... el famoso PRI, y eso quizá es lo que más me duele.
Me duele que la ignorancia esté triunfando en mi país, que siga habiendo una cantidad importante de personas sin memoria histórica, que no leen, que no se documentan, que no se informan, que no son capaces de diferenciar fuentes de información con credibilidad, de aquéllas que no la tienen. Y más me duele cuando esta gente, son jovenes que aún pasando por una universidad no desarrollan esa conciencia crítica de las cosas.
Me duele que siga habiendo tanta gente deshonesta, sin dignidad, sin principios de vida como la justicia, el respeto, la honradez y la honestidad. Gente que se presta al juego de la compra/venta de votos -por citar sólo un ejemplo-, que no lucha para obtener un puesto de trabajo por su propio esfuerzo, sino que prefiere añadirse a los grupos corruptos para obtener una fuente de empleo, o un puesto político.
Me duele también aquella gente apática, aquella gente sin cultura política, aquellos que solo cada 6 años se acuerdan de la cosa política en México, aquella gente que se cierra a sus ideas, que por querer llevar la razón prefiere adheririse a dogmas sin fundamentos o evidencias claramente comprobables, en lugar de considerar otras posibilidades, otras formas de ser y de pensar.
Simplemente hoy me duele mucho la realidad de mi país, me llena de vergüenza y no me cabe en la cabeza, que un tipo que no es capaz de mencionar tres libros que hayan marcado su vida (entre muchas otras evidencias de su penoso historial), pretenda gobernar un país como lo es México.
Por otro lado, si algo me reconforta y me levanta el ánimo, son aquellos ciudadanos que han despertado y que han salido a ejercer un voto informado. Aquellos que han estado pendientes del proceso electoral, aquellos que ante las irregularidades observadas se han manifestado. Me reconfortan también aquellos jóvenes entusiastas que forman parte del movimiento "yosoy132". Aquellos ciudadanos que se han vuelto más conscientes de los problemas que vivimos en México y que se han dado cuenta que sólo la organización y la participación activa nos permitirá consolidar un mejor país.
Hoy más que enojada, triste y desilusionada, estoy indignada. Considero una tremenda falta de respeto para los mexicanos informados, que el presidente del IFE clame unas elecciones limpias. Creo que es tiempo de organizarnos, proponer, estar activos y exigiendo.
"Quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón..."