domingo, 31 de octubre de 2010

El pensamiento es estar de paso, siempre de paso...


Hoy escribiré acerca de la vida y de la muerte, dos términos mutuamente excluyentes, dos estados distintos o más bien complementarios, dos fases de un mismo continúo...

A lo largo de estos días esas dos palabras han estado rondando mi mente, en medio de un sentimiento de tristeza y sobre todo consternación, ante la pérdida de una persona a la que le guardo y le guardaré un profundo cariño y admiración...ROCIO.

Siempre la consideré una mujer valiente, llena de energía, humana, además de ser una excelente profesora y psicóloga, comprometida con los que alguna vez fuimos sus alumnos. Interesada en hacer de los futuros psicólogos que pasábamos por sus manos, unos profesionales en el más amplio sentido de la palabra profesional.

Con su partida no sólo me ha invadido un sentimiento de tristeza, sino también de profunda reflexión sobre la vida.

Vivimos la vida pensando siempre a futuro, pensando en que mañana nos levantaremos y comenzaremos un nuevo día y así sucesivamente. Habemos otros que ni siquiera nos detenemos a pensar en eso, sino que estamos tan mecanizados con la rutina diaria, que damos por hecho que mañana será un día más. Y habemos otros más, que planeamos tanto, tanto a futuro, que ya estamos visualizando dónde y qué estaremos haciendo, o al menos, donde queremos estar en los próximos 3, 5 o 10 años.

Y es que el problema no es planificar, porque en cierta medida eso es lo que da sentido a nuestra vida, el tener metas, expectativas, el querer hacer cosas; de hecho podría decir que justamente eso es vivir, pero no sólo es eso. Quizá vivir es más bien disfrutar plenamente todas esas cosas que hacemos durante el proceso para alcanzar aquello que nos proponemos. Disfrutar cada parte del proceso durante esa carrera y no sólo pensar en disfrutar el éxito al llegar a la meta.

Disfrutar al máximo los placeres de la vida, disfrutar de un buen café y charla con un amigo/a sentados en una terraza contemplando un atardecer de otoño, disfrutar una deliciosa comida con la familia, disfrutar una buena copa de vino al lado de la persona que tanto amamos escuchando una bella melodía de jazz, disfrutar de todos los bellos paisajes que nos brinda la naturaleza durante un recorrido en bicicleta, disfrutar leyendo un buen libro, viajando, conociendo nuevas ciudades, otras culturas, otra gente, y disfrutar incluso de nuestros momentos de soledad.

Saber distinguir entre los momentos realmente importantes de la vida, y no confundirnos pensando que lo más importante es estrenar un auto nuevo, tener una nueva casa, ocupar una jerarquía más alta en nuestro trabajo, terminar una carrera, un master o un PhD.

Porque al final los pequeños momentos son los más grandes de la vida.

Vivamos como queramos morir, porque al final nuestra muerte no será más que el reflejo de nuestra vida.

Y no olvidemos que el pensamiento y la actitud es estar de paso, siempre de paso...

ROCIO tu paso indudablemente marco nuestras vidas... “Todos unidos, a la par” y “Descubrirte fue un hallazgo del que me enorgullezco” los llevaré siempre presentes. 

martes, 19 de octubre de 2010

Una experiencia más

Ayer me tocó por primera vez dar una clase a estudiantes universitarios, es decir, pararme frente a un grupo de más de 50 alumnos españoles y hablarles del método científico, la teoría de la medición, las variables y todos estos temas que se dan para introducir por primera vez a un alumno al mundo de "cómo se hace ciencia". Debo confesar que aunque el tema es uno de mis favoritos, había un toque de nerviosismo.

Y me preguntaba que factor era el que me estaba produciendo esos nervios. Aterrice que en primer lugar podría deberse a que era una clase que no tenía contemplada dar, porque aclaro que sólo fue una sustitución, es decir, mi jefe no podía dar la clase porque iba a estar ausente. Otro factor, era el lenguaje, sí, porque aunque pareciera que hablamos el mismo idioma, mi orgulloso acento mexicano es diferente obviamente al español y alguna que otra palabra también. Pero creo que el factor más importante era mi exigencia conmigo misma a hacerlo no sólo bien, sino lo mejor posible.

Quería que los alumnos estuvieran interesados, ya que en las ciencias humanas y sociales, el tema de la estadística y la medición, no es precisamente, el más apasionante y menos en un día Lunes de 6 a 8 de la tarde. Así que hice un recordatorio rápido de las características, de aquéllos profesores que he tenido a lo largo de mi trayectoria académica y que he considerado excelentes.

Y pude rescatar que sería importante que fuera muy clara y concreta con los conceptos. Y sobre todo ejemplificar como toda esa información teórica se lleva a la práctica. Sería importante también fomentar un clima de confianza en la clase para que preguntaran sus dudas o inquietudes. También recordé que cuando hace muy poquito tiempo yo estaba sentada allí en el pupitre como alumna, algo que tenía muy en cuenta de un profesor era su imágen, es decir, si "daba la apariencia" de saber mucho y dominar la temática y su capacidad para explicar los conceptos. De hecho, creo que en todo caso esto último es lo más valorado por los alumnos, porque cuantas veces, nosotros cómo alumnos, no hemos dicho "aquel tiene doctorado y parece que sabe mucho, pero no sabe explicar".

En fin, no puedo decir cómo lo hice, porque creo que eso tendrían que decirlo los alumnos, pero en general, la experiencia la valoro positivamente, me ha gustado, y cómo todo en la vida, la práctica hace al maestro.

Y ya para cerrar el día, después de esta nueva experiencia, una grata llamada de mi amigo Luis para invitarme a cenar, así que genial.

sábado, 16 de octubre de 2010

Mi primera vez

Cómo todo en la vida siempre hay una primera vez. Y he aquí mi primer post.

Después de pensarlo un rato y a sugerencia de un buen amigo he decidido crear este blog. Así que desde mi pequeña habitación, ubicada en un rincón de la ciudad de Granada, desde hace ya un par de años, aquí me tienen escribiendo.

Este será un espacio para compartir algunas inquietudes, ideas, pensamientos, locuras, reflexiones, historias y recuerdos. También intentaré desarrollar habilidades para escribir, a ver si lo logro! Lo primero será dominar este tipo de espacios cibernéticos, que todavía no domino del todo su funcionamiento, ya lo iré descubriendo.

El objetivo final en todo caso, es compartir, y que compartan.