Considero que hoy es un buen día para retomar este espacio.
Para aquéllos que de vez en cuando se toman la molestia de echar un vistazo al blog, cómo habrán observado, tenía esto muy abandonado, bastante abandonado para mi gusto. Las razones que motivaron dicha situación están de más en este post, no obstante, en alguna de las próximas entradas haré referencia a ellas. Hoy, sin embargo, el objetivo de la entrada es otro.
Hace 28 años, un día como hoy (aunque suene a efeméride) por primera vez abrí los ojos a este mundo, sin planes ni preocupación alguna, sin saber nadita de nada. Hoy cuando uno lee el libro de la vida partiendo del momento actual hacia el inicio, es decir, hacia atrás --hacia el comienzo--, las páginas llenas de recuerdos me estremecen.
Para algunos, el cumpleaños es un día más, un día como cualquier otro; para otros, sobre todo para los niños/as (y algunas no tan niñas) sigue siendo un día especial, y algunos otros más, no quieren ni recordar que cumplen un año más, o menos, dependiendo de como se mire. Esto obviamente, depende de la perspectiva de cada uno, como otras muchas cosas en la vida.
Para mí, hoy que cumplo 28, puedo afirmar que sigue siendo un día especial y que no dejo pasar como cualquier otro día. El año pasado decidí que cada "cumpleaños" tendría que celebrarlo de manera distinta, de forma tal, que pudiera recordar cada celebración, porque sí, en efecto, me gusta celebrar. Creo que esto viene de familia, ya que en nuestra familia desde que tengo uso de razón acostumbramos a celebrar los cumpleaños de todos y me parece una bonita tradición familiar, que espero la sigamos conservando.
Así que este año, en sí mismo será ya un cumpleaños especial para mí. Si alguien me hubiera preguntado en donde me veía a mis 28 años, jamás hubiera acertado. Esa es precisamente una de las cosas maravillosas de la vida, siempre tan impredecible. Bien, pues este año para no dejar que el cumple pasara desapercibido decidí celebrarlo con uno de mis hermanos, más bien ambos hemos celebrado nuestros cumples. Hemos ido a Londres, aprovechando su estancia por aquí y que él tenía especial interés en conocer esta ciudad, y que a mi no me incomodaba en lo absoluto volver a visitarla, y sobre todo acompañada de mi hermano.
Estoy bastante satisfecha y feliz con estos 28 años de mi vida, sin duda los volvería a vivir igualitos, sin cambiar ni un punto o coma. Realmente agradezco a la vida todo lo que me ha dado. Creo que soy muy afortunada de tener a la familia que tengo, dos hermanos a los que amo y agradezco su tolerancia a mi mal genio (en "algunas" ocasiones), dos excelentes guías (mis papás), muchos primos y primas, tíos y tías, a quienes agradezco su cariño.
Por supuesto, no podían faltar todos esos bellos amigos y amigas, sin excepción alguna. No cabe duda que la vida me ha dado regalos increíbles. Gracias a todos por formar parte de mi vida. Los quiero y los tengo siempre presentes en mi vida.
