lunes, 20 de diciembre de 2010

Hacer un regalo....

....A veces no resulta nada fácil. 

En Navidad obviamente la gente tiende a hacer regalos, y algunos argumentan que quienes hacemos regalos, lo hacemos porque nos dejamos llevar por el lado comercial de la Navidad y quizá tengan razón, aunque yo quisiera poder decir que no.

Cuando yo hago un regalo en Navidad, lo hago teniendo como referente que para mí la Navidad es sinónimo de compartir,  de estar en armonía (primero con uno mismo para poder estarlo después con los demás), y por ende, si uno está en armonía no alberga sentimientos de rencor o coraje hacia los demás. Al contrario creo que estas fechas son momentos propicios para perdonar y estar en paz.

Entonces, cuando yo hago un regalo en navidad lo hago con el objetivo de compartir esa armonía y felicidad. Disfruto realmente, cuando veo una sensación de sorpresa y alegría en la cara de la persona que recibe el regalo, eso de verdad, me agrada bastante, lo disfruto tanto más o igual que cuando a mi me hacen un regalo. Aunque también es verdad que no suelo hacer bastantes regalos, casi siempre los que hago son únicamente a aquéllas personas que realmente aprecio. Evito TENER que hacer regalos, para QUERER hacer regalos.

Sin embargo, uno no siempre encontrará ese gesto de sorpresa y alegría en la cara de la persona que recibe el regalo, y es que quizá en mi caso, mi principal problema al hacer un regalo, es que termino regalando cosas que a mi me gustan, en lugar de pensar en que es lo que más le puede gustar a la persona que recibiría el regalo.

Hoy hice un regalo a una persona a la que le guardo un especial cariño. Es una persona que definitivamente ha marcado mi destino profesional y a la cual admiro y aprecio sinceramente (aunque ella no lo crea). Intentaba que fuera un regalo que le agradara y quizá ese fue uno de los errores. Hacer un regalo, con el objetivo de que le agrade al que lo recibe. El segundo error, fue regalar algo que me gustaba a mí.

Al final, en lugar de encontrar un gesto de sorpresa agradable y alegría, encontré más bien algo así como un gesto de apuro y preocupación, incluso quizá de incomodidad. Ojala pudiera comprender que el regalo que le hice, fue un gesto de aprecio y nada más. Esto me lleva a pensar que la próxima vez antes de hacer un regalo debiese ser más cuidadosa. También, aprendí que un regalo que nunca falla es aquél "creado" realmente por ti, sí, algo que sea creación tuya. Eso siempre lo valoramos mucho más.

Así que la próxima vez que hagan un regalo, piensen en aquello que puedan crear ustedes mismos!!!


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